El parlamento discute y el 12 a las 12h vota la regulación de los derechos de autor para un mercado digital único. Podemos acabar teniendo que pedir o pagar una licencia para citar o enlazar un texto (artículo 11) o obligando a introducir filtros de subida (por ejemplo en Pangea), que tendrían que analizar todo el contenido antes de que se publique en páginas web en busca de cualquier obra protegida por derechos de autor para evitar que se publiquen. Un coste de hacer de policía inasumible!
Dice la Comisión Europea: «El objetivo de la Estrategia para el Mercado Único Digital es lograr que la economía, la industria y la sociedad europeas aprovechen plenamente la nueva era digital.» (http://www.consilium.europa.eu/es/policies/digital-single-market/).
Quizá el problema es que las prioridades van en ese orden, con la sociedad europea al final, y todo se ve como un mercado. Un mercado en que están los grandes operadores de servicios Internet, muchos de ellos de EEUU, como la CCIA (https://en.wikipedia.org/wiki/Computer_%26_Communications_Industry_Association), los grandes operadores de telecomunicaciones, las grandes industrias de los contenidos, las editoriales. Un mercado donde nosotros, los ciudadanos, tenemos el rol de pagar y consumir.
Curiosamente, los miembros del Parlamento Europeo que hemos elegido entre todos y nos representan, reciben muchos «consejos» de interesados en que entiendan bien los beneficios y perjuicios de cada decisión que toman. Un buen número de los que tratan temas del mercado digital son miembros de una organización llamada el Forum Europeo de Internet, en el que tu y yo no podemos ser miembros. La preside la española Pilar del Castillo, del grupo popular y tiene una larga lista de parlamentarios (https://www.eifonline.org/members.html) de diversos grupos parlamentarios. Organiza actividades y viajes para ayudarles a hacer políticas sobre el mundo digital. Curiosamente los donantes son los grandes nombres de la industria digital. Nosotros les votamos ellos subvencionan. Podemos estar tranquilos esperando una solución equilibrada? Si, pero quizá los equilibrios no sean favorables a los ciudadanos.
Como dice Creative Commons (https://creativecommons.org/2018/09/07/its-now-or-never-eu-copyright-must-protect-access-to-knowledge-and-the-commons/): Ahora es el momento de que Europa garantice unas normas progresistas en materia de derechos de autor que protejan realmente a todos los creadores y usuarios, y no sólo los intereses «especiales». Los eurodiputados deben escuchar las innumerables voces que representan el futuro de la creatividad, la innovación y el intercambio en línea.
Irónicamente, estos días la Comisión Europea promueve una iniciativa para que el enorme esfuerzo en investigación, que se convierte en un negocio para unas pocas enormes editoriales con la publicación de los resultados, sea de acceso abierto. Los investigadores escriben gratis artículos sus resultados y luego los mismos investigadores y los ciudadanos han de pagar para acceder a ellos. El «Plan S» (https://ec.europa.eu/commission/commissioners/2014-2019/moedas/announcements/plan-s-and-coalition-s-accelerating-transition-full-and-immediate-open-access-scientific_en) busca quitar esa barrera, pues como dicen: «El conocimiento es poder». El libre acceso a todas las publicaciones científicas de la investigación financiada con fondos públicos es un derecho moral de los ciudadanos.
Como se ve, mientras el acceso a la cultura estará cada vez más controlado por la industria de la gestión de contenidos (gracias a los filtros y permisos para acceder), el acceso al contenido de la ciencia tiende a ser más accesible. Será porque uno mueve más dinero que el otro?
Quizá la internet pública, abierta y neutral, especialmente la web, están en peligro. Hay demasiados intereses en juego como para que sea tan pública, tan abierta o tan neutral como quisiéramos. Siempre podemos situarnos un paso más allá. Nos queda la Internet descentralizada (https://www.theguardian.com/technology/2018/sep/08/decentralisation-next-big-step-for-the-world-wide-web-dweb-data-internet-censorship-brewster-kahle), aquella donde podemos conseguir más privacidad (por ejemplo el navegador del proyecto TOR (https://ca.wikipedia.org/wiki/Tor_(xarxa)), aquella en que el contenido se sirve entre todos como IPFS (https://ca.wikipedia.org/wiki/InterPlanetary_File_System) o Bittorrent.
A la comunidad de socios de Pangea nos afecta, ya que cualquier plataforma que ayude a los usuarios a compartir contenidos («proveedores de servicios de compartición de contenidos») será totalmente responsable de cada uno de los contenidos alojados en sus servidores. Tendremos que «filtrar» y los socios podemos tener que pagar por enlazar, referenciar, comentar o criticar.
En fin, lo más probable y tristemente esperable, es que la resolución final del parlamento sea un texto complejo con palabras ambiguas, que deje tanto a la interpretación, que lo haga inaplicable. Vivimos en un mundo sobre-regulado, tan complejo que ignorarlo puede ser hasta prudente, no vaya a ser que nos asustemos o nos pasemos al aplicarlo.
No obstante, en los días que quedan hasta la votación, es aconsejable seguir la iniciativa https://saveyourinternet.eu/ y su versión en castellano: https://es.saveyourinternet.eu/
Para saber más:
APC.org de la que es miembro Pangea explica los detalles:
https://www.apc.org/en/pubs/call-members-european-parliament-open-letter-eu-copyright-reform
Edri.org, de la que Pangea es miembro observador tiene varias noticias del proceso recorrido:
Creative Commons lo explica desde el punto de vista del contenido y conocimiento público:
El Equipo de Pangea (escrito por Leandro Navarro, vicepresidente de Pangea)