Este artículo ha sido elaborado por Sergi Alonso, socio fundador de Coopdevs.org, como parte del proyecto «Too much patriarchal technocapitalism will kill you» en el contexto de la «Xarxeta de continguts» («Redecilla de contenidos»), y ha sido posible gracias al apoyo económico del Ajuntament de Barcelona y de la red APC. También gracias a la implicación de toda la gente que ha participado: Alba, avileva, David, Efraín, Mònica, Ondiz, Sergi, y el equipo de Pangea.org.
Foto de cabecera: «Leafcutter Ants» by Neil B is licensed under CC BY-NC-SA 2.0.
Coopdevs plantea en este artículo una breve reflexión que enlaza con el punto 3.1 de los Principios Feministas de Internet. En el artículo reflexionan sobre ciertas dinámicas que tienen lugar en el seno de las grandes corporaciones digitales y cómo podemos hacerles frente desde el cooperativismo.
«Llegará un momento en que o bien podréis trabajar en Google y disfrutar de vuestro salario astronómico, o bien podréis comunicar a los demás con orgullo dónde trabajáis.»
Aral Balkan
Best places to work
Cada año se otorgan premios a las mejores oficinas del mundo donde trabajar, Glassdoor Best Places to Work. Y es que las empresas que producen software siguiendo el modelo de Silicon Valley, principalmente plataformas digitales, recompensan a sus trabajadoras con juegos, comida, mobiliario para relajarse y todo tipo de actividades lúdicas.
Foto oficinas de Google en Sydney (fuente: foto careers.google.com)
Con esta estrategia las empresas tratan de hacer sentir a las personas que trabajan allá que forman parte de la empresa, que la gente trabajadora es importante y merece ser cuidada. Intentan hacerles sentir que los objetivos de la empresa son razonables y trascendentes:
«Creamos oportunidades al poner el mundo en marcha»
Uber
Pero la trabajadora ni forma parte de la dirección de la empresa ni le está permitido hacer crítica. Las personas que trabajan en las oficinas son sólo un recurso escaso. Las condiciones económicas que se ofrecen, la flexibilidad horaria, los juegos, la comodidad y el «buenrollismo» en la oficina son sólo estrategias para captar y retener este recurso tan preciado.
Foto de Hubspot Cambridge Headquarters (foto by Sandalwood Photo Co.)
Pero no nos dejemos engañar, en estas empresas mandan los accionistas mayoritarios, habitualmente inversores que sólo buscan un buen retorno económico en el reparto de dividendos o en la venta. Así pues no es de extrañar que las ideas fundacionales de una empresa que nace con pocos recursos terminen pervirtiéndose cuando los inversores ven la oportunidad de invertir, y que las buenas intenciones acaben siendo sólo un recuerdo del pasado.
Cuando algunas personas destacadas de la industria de Silicon Valley no pueden más con el cargo de conciencia, surgen movimientos críticos como https://humanetech.com/ donde se denuncia que las plataformas son mejoradas para mantener enganchado al público, son adictivas por diseño. No se tiene en cuenta el impacto negativo en la población y todavía no sabemos muy bien cómo impactará en el desarrollo de las personas jóvenes y niños, pero se pueden prever consecuencias nefastas.
Así pues, interesa que las trabajadoras no se planteen si el producto que desarrollan es ético o adictivo, o si realmente aporta algún valor al desarrollo humano. Importa que las trabajadoras estén bien entretenidas, vayan cada día a la oficina con una sonrisa, obedezcan y produzcan de la manera más eficaz posible.
Better work in coops
Y ¿qué podemos hacer? El cooperativismo como alternativa productiva al modelo imperante es la lucha de David contra Goliat. El cooperativismo se basa en la democratización de la propiedad y las decisiones empresariales, así pues todas las trabajadoras de una cooperativa debemos preguntarnos qué estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo, y al mismo tiempo tenemos que sobrevivir en un entorno muy competitivo. ¿Podemos cuidarnos como trabajadoras y a la vez sobrevivir en este entorno? Buena pregunta para todas las cooperativas que lo intentamos.
Incluso cuando las plataformas digitales tienen como finalidad la compra/venta de trabajo como es el caso de Airbnb o Glovo surgen alternativas cooperativas llamadas «cooperativismo de plataforma» como Fairbnb y Mensakas que tratan de paliar la gran precariedad que generan las grandes plataformas.
El cooperativismo viene de lejos pero se adapta a los nuevos tiempos y sigue estando vigente en tanto que empodera a las trabajadoras. No podremos ofrecer tantas comodidades para nuestras trabajadoras como las grandes corporaciones, pero sí darnos la oportunidad de hacernos responsables y aportar lo mejor de nosotros mismos a una causa en común.
El modelo capitalista liberal produce empresas que compiten para hacerse con todo un mercado y cuando lo logran siguen compitiendo para conseguir otros mercados. Las empresas tratan de ser más grandes y quedárselo todo, o bien crecer y ser compradas por otras empresas que quieren quedárselo todo. Un extraño juego que acaba produciendo grandes desigualdades.
En esta lucha por la supremacía de las empresas están las trabajadoras, que tienden a ser sustituidas por máquinas cuando es posible. Tal vez las últimas personas en ser sustituidas serán las ingenieras y las programadoras de las máquinas, pero mientras sean necesarias son la gallina de los huevos de oro y las empresas están obligadas a cuidarlas.
No es nada fácil hacer frente a este imperialismo de grandes corporaciones digitales desde el cooperativismo, pero intentarlo es un gesto de responsabilidad hacia nosotros y nosotras y hacia el mundo que queremos construir.
Ven a trabajar al cooperativismo, ¡fortalece la economía solidaria!
Pam a pam: Selecciona el sector «Tecnología y electrónica» y encontrarás un montón de entidades dedicadas a la tecnología desde la economía solidaria.
CoTech: Un inspirador ejemplo de intercooperación. Red de cooperativas tecnológicas en UK.
Fact[tic]: Otro ejemplo de federación de cooperativas del sector tecnológico en Argentina.
Autor
Sergi Alonso, socio fundador de Coopdevs.org